Olvidemos por un instante los clichés del cine de terror a los que estamos acostumbrados; tratemos de sacar de nuestra memoria a todos esos personajes sádicos y monstruosos que han invadido las pantallas dejando huella en la historia del cine. Drácula, el Hombre Lobo, Frankenstein, Pennywise Jason Vorhees, Freddy Kruger y Chucky han sido los responsables de muchas pesadillas y traumas adolescentes; pero ahora, los tiempos han cambiado y tener a un psicópata detrás de nosotros ya no asusta, todo lo contrario, da risa.
Debido a esto, el cine de terror ha buscado innovar sus historias para despertar el interés de ese público que busca llevarse un buen susto. Uno de sus recursos más usados es la aparición del cine gore, caracterizado por incrementar sus grandes dosis de sangre y sadismo que se convierten en el elemento principal, descuidando aspectos importantes como un buen guión. Entre las películas más resaltantes de este género tenemos Hostal (I y II) del director Robert Rodríguez; 28 Days Later de Danny Boyle; y las 6 películas de la saga Saw de Aarón Quevedo; que a diferencia de otras, también contiene altas dosis de suspenso.
Aunque la anterior ha generado un gran séquito de seguidores, la sorpresa más grande se la lleva el Found Footage, el nuevo género de terror por excelencia, donde toda o parte de la historia queda registrada en una cinta de video filmada por alguno de los protagonistas muertos o desaparecidos. La película es narrada en primera persona generalmente de forma subjetiva y acompañada por saltos de cámara y errores de edición que aumentan el realismo del film.
Gracias a este nuevo formato económico y sencillo para producir películas, hemos podido conocer cintas como El proyecto de la Bruja de Blair (1999), Cloverfield (2008) y REC (2008). Y citando el mejor ejemplo, la que más revuelo a causado fue Paranormal Activity (2007) del debutante director Oren Peli, filmada con un presupuesto de $15.000 y que gracias al apoyo de sus fans llegó a las salas de cine americanas y de todo el mundo recaudando $142.390.115.
Carpe Diem.
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